jueves, 15 de diciembre de 2011

Antología de poesía española de Ulises y su mito

Esta antología es en la que nos hemos basado para seguir este estudio del mito de Ulises. Hemos analizado varios de sus poemas, de sus personajes...Antología poética ulises
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Vídeos de la Odisea


         

Este vídeo es un audiolibro que cuenta la historia del mito de Ulises de forma resumida.


Este otro vídeo muestra todos los caminos que tuvo que seguir Ulises y todas las criaturas a las que se enfrentó.



En el siguiente vídeo nos cuentan la parte de la Odisea en la que Ulises y su tripulación llegan a la isla de las sirenas y lo que ocurre.



Por último, en este vídeo cuentan la relación de Penélope y Ulises en la Odisea, como Penélope tejía y tejía para soportar la soledad.


Recursos de la Odisea

  • La técnica de la evocación o del recuerdo donde el lector se entera de las aventuras de Ulises porque Ulises recuerda y relata esas aventuras.
  • El desarrollo de dos tramas o acciones paralelas (Telémaco-Ulises) que se enlazan al final. Y esas dos tramas presentan una situación de peligro que provoca el final de una sensación de suspenso.
  • La acción de la Odisea transcurre en los últimos 33 días de los 10 años que Ulises tardó en regresar, lo cual revela la hábil técnica de sintetizar la acción; esto también se hace en la Ilíada.
  • La Ilíada casi no contiene descripciones de paisajes. En la Odisea, la historia de los viajes de Ulises contiene numerosas descripciones de paisajes. Este relato requiere muy seguido un bosquejo de la localidad.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Comentario literario-cultural de tres poemas de la antología

MIGUEL D’ORS (Santiago, 1946)
Ulises navegando
Distanciada por años y batallas
y estratagemas y navegaciones,
Ítaca se diluye en la memoria
de Ulises, que en la popa, pensativamente
mira el efímero recuerdo
de espuma que la nave deja al mar.
Se van desvaneciendo las murallas
de la ciudad, los templos soleados,
aquel dorado olor de la vendimia;
los rostros frecuentados están ya
descompuestos en ojos, y sonrisas
y pómulos confusos, que no logra
agrupar su memoria.
Ítaca apenas
es algo más que un nombre; sólo un nombre
en el que la esperanza se encastilla.



El poema Ulises navegando da una visión del olvido, en este caso Ulises tras muchas batallas y viajes poco a poco va olvidando su pasado en Ítaca hasta un punto en el que por mucho que lo piense solo tiene vagos recuerdos. 



JUAN ANTONIO OLMEDO (Málaga, 1951)
Arrepentido Ulises
Creyéndolos humanos privados de su imagen
te rogué que les dieras su primitiva forma,
el eco de las risas, el sabor de las lágrimas,
el gozo de la amable conversación nocturna
brillando como hoguera que el temor ahuyentaba.

No quiero haber expuesto tantas veces la vida,
que el dolor hizo larga, para ver en sus ojos
dibujarse la burla o escuchar sus engaños.
Devuélveles, oh Circe, sus figuras de cerdos.



El poema Arrepentido Ulises da una visión del viaje como perfeccionamiento interior en el cual Ulises, tras a ver rogado a los Dioses por los recuerdos y la vida de todos y haber luchado por ello se da cuenta de que no merece la pena y ruega en este caso a Circe que vuelva otra vez a convertir a sus compañeros en cerdos pues no valoran lo que son.

MARINA AOIZ (Tafalla, 1955)
Penélope y su mudanza
I
¡Ay, Ulises, cómo duelen
los silencios del agua!
Besa el sol una caracola
abandonada en la playa.
En su espiral
se enredan cada tarde
las sombras de tu ausencia.
Cuando otros brazos                                                                    
te hacen la noche menos larga,
crece mi tela de araña.
Yo bebo una pócima amarga
y las espinas de mis dedos
destejen la distancia.
Ulises, qué dolorosos

los silencios del agua.
II
He representado mi papel con dignidad.
Abandonado entre las matas de ilagas
el vestido de seda salvaje,
el de Mujer Araña. Ahuyento a pedradas
La caterva de sarnosos pretendientes.
¡Al fin libre! Ya no espero nada.
Ni a nadie.
La tarde lame mi piel salada.
Ser sola es mi auténtica Odisea.

El poema Penélope y su mudanza da una interpretación feminista desde el punto de vista de Penélope, la cual en la primera parte padece el dolor de la falta de su amado, la posibilidad del engaño, el paso del tiempo y el silencio; mientras que en la segunda parte se vuelve más independiente, rechaza a sus pretendientes pero ya no en pro de esperar a Ulises si no con el fin de ser libre, esa es su propia Odisea interior. 

Análisis literario de varios poemas de la antología que hablan de Penélope


A continuación realizaremos un análisis de la evolución de Penélope como personaje a través de los distintos poemas en los que podemos apreciar su presencia.

El primer poema que analizaremos será El viento en Ítaca, de Franciso Aguirre.

FRANCISCA AGUIRRE (Alicante, 1930)
El viento en Ítaca
Sentada ante su bastidor, ella fue dueña
del lentamente desastroso Imperio de los días.
Sus manos la pesada tarea asumieron
y una constancia más fuerte que el cansancio
junto a ella se sentó.
(Frente a la terquedad de su dedos fabriles
el mar entonces fue sólo una gota mesurable
y el horizonte un mirador en torno a Ítaca.)
Un viento de regreso silbó una madrugada:
despertar fue asomarse a un campo de batalla asolado.
La luz fue descubriendo la figura sentada
que acariciaba compasivamente la tela dactilar,
su patrimonio de trabajo y de horas,
sus madejas de canas.
(Una costumbre de quietud
y una tristeza como un perro a sus pies
la rodearon de silencio.)
Lejos resonaba la voz, la voz de Ulysses.
Frente a su bastidor, desesperadamente,
ella intentaba recordar un nombre,
sólo un nombre:
el que gritaba Ulysses por las calles de Ítaca.


En este poema la protagonista es Penélope. El poema cuenta la soledad que siente la protagonista ante la falta de Ulises y como refugia toda su esperanza de que su marido vuelva en el tejer del sudario. Penélope se desesperaba intentando recordar a su amado frente a su bastidor, cansada de tejer y destejer.

El siguiente poema es Ítaca, de Teresa Ortiz.

TERESA ORTIZ (Madrid, 1950)
Ítaca
Tal como prometió ha vuelto el rey de Ítaca.
Ha sido un largo viaje.
Por ti desafié la ira de los dioses.
Atrás quedaron tierras, caricias de otros brazos.
La música más bella que un mortal escuchara.
Hoy brilla el mismo sol en este hermoso cielo
que iluminó violento los días de mi dicha.
Bajo él vi muchachos que luego fueron hombres.
- Ambición y codicia cambiaron sus miradas
como cambian al mar el viento y las tormentas.-
Y aunque rogué a los dioses no ver esta mañana
de nada me ha servido.
Cumplido he mi destino: de mi astucia y mi fuerza
guardarán fiel recuerdo los hombres y los mares.
Todo valió la pena pues me esperaba Ítaca.
Mas Ítaca eras tú, mi prudente Penélope
que guardaste mi casa, defendiste mi hacienda.
Quien osó despojarnos lo pagó con la vida.
Al igual que esta tierra he sido sólo un sueño.
Demoré cuanto pude tu estancia lejos de ella.
Yo fui Circe, Nausícaa… Ítaca no existió.
Tu vuelta me condena, al reino de las sombras.
Muertos los pretendientes ya todo es como antes.
Nada importa si el tiempo dejó huella en tu rostro.
Para mí serás siempre aquella que me espera,
tejiendo mi regreso.
¿Los pretendientes, dices?… Soy demasiado vieja.
Casi no te recuerdo y nunca esperé a un héroe.
Sí, mi nombre es Penélope.


Ulises alaba a Penélope por esperarlo siempre pese a tener opciones que a su forma de ver, serían mejores ya que su regreso todo será como antes, nada cambiará y con algunos de sus pretendientes todo le podría ir mejor. Ella destaca que es demasiado vieja para sus pretendientes, que no esperaba nada nuevo a su llegada y sigue siendo la misma.



JOSÉ LUIS PUERTO (Salamanca, 1953)
Somos Penélope que espera
En Ítaca al Ulises que soñamos.
Tejemos ilusiones en el cénit,
Al ocaso la vida destejemos.
Somos tal vez la mueca de los dioses,
Cualquier siniestra burla del Olympo.
Y ese porquero anónimo, inconsciente,
Lo reconocerá, mientras nosotros
No sabemos que llega.
* * * * * * *
En los andenes, el tumulto,
El tráfago inmediato de las gentes,
Ese ligero pálpito en la sangre,
Anuncia imperceptible
Una llegada próxima.
Tal vez el propio Ulises
Arribe a nuestra casa,
Tras larga, accidentada peripecia,
A habitar entre nosotros.


El poema de José Luis Puerto tiene como personaje principal a Penélope y habla de que ésta está esperando a Ulises, que no regresa. La mujer se hace ilusiones de que va a volver y mientras se refugia tejiendo el sudario.

El siguiente poema, Penélope y su mudanza, de Marina Aoiz.

MARINA AOIZ (Tafalla, 1955)
Penélope y su mudanza
I
¡Ay, Ulises, cómo duelen
los silencios del agua!
Besa el sol una caracola
abandonada en la playa.
En su espiral
se enredan cada tarde
las sombras de tu ausencia.
Cuando otros brazos
te hacen la noche menos larga,
crece mi tela de araña.
Yo bebo una pócima amarga
y las espinas de mis dedos
destejen la distancia.
Ulises, qué dolorosos
los silencios del agua.
II
He representado mi papel con dignidad.
Abandonado entre las matas de ilagas
el vestido de seda salvaje,
el de Mujer Araña. Ahuyento a pedradas
La caterva de sarnosos pretendientes.
¡Al fin libre! Ya no espero nada.
Ni a nadie.
La tarde lame mi piel salada.
Ser sola es mi auténtica Odisea.



 La protagonista es Penélope. En la primera parte muestra el daño que le está haciendo que Ulises no esté con ella, se siente sola y está intranquila porque ha pasado mucho tiempo y aún no sabe nada de su amado. En la segunda parte se aprecia como Penélope se ha hecho más independiente, no quiere elegir a ningún pretendiente, ni esperar a Ulises, quiere ser libre y vivir su propia Odisea.



BEATRIZ HERNANZ (Pontevedra, 1963)
Yo no puedo ver la extraña melancolía de tus manos.
- Quién le pone espuelas a la noche,
quién le roba los sueños al destino,
quién ofrece más heridas a la muerte -.
Penélope
trenza lenta un manantial de esperas,
convida al sueño con la sal de su silencio.
Y la piedra,
arrugada de quietudes,
condenada en la línea del horizonte,
dice aquí estoy, sola,
no me caben más caballos en el pecho.
Tal vez pronuncie su nombre,
intransigente, la marea.
Penélope,
con el suelo desolado,
inhabitable del reloj,
disfrazada de un galope de latidos,
ha huido.
Se abrió también la noche en sus manos de silencio.


En el poema de Beatriz Hernanz vuelve a ser Penélope la protagonista y dice como ésta espera a Ulises, poniendo toda su esperanza en el tejer del sudario. Penélope se siente sola sin su amado, pero no quiere a otro hombre.

El personaje de Penélope en la época clásica muestra una mujer afligida y pensativa, pero poco a poco se ha ido transformando el mensaje de la Odisea a lo largo de la historia, que poco a poco ha perfilado una Penélope introspectiva y activa en su telar que rige nuestros destinos. Su negativa a cortar el hilo final o concluir la obra conduce a la suposición de que dominaba la vida de Ulises.

martes, 13 de diciembre de 2011

Relación entre mitología, arte y cultura

                                                    


En estos vídeos podemos observar una relación entre mitología, arte y cultura. La mitología se ve reflejada en la temática de las canciones referente al mito de Ulises, el arte se ve reflejado en la música aportada a las letras de las canciones y la cultura podemos observarla en las ilustraciones de los temas mediante imágenes correspondientes a la temática y la cultura relativas al tiempo teórico en el que se desarrolla el mito.





lunes, 12 de diciembre de 2011

Influencia del mito de Ulises

Influencia de la Odisea
Son muchas las obras de literatura española del siglo XX que han sido influenciadas por la Odisea. La más destacada es la Odisea de N. Katsantsakis o la novela de Ulises de James Joyce, así como algunos famosos poemas de Cavafis y Seferis. Otros relatos novelescos influenciados son el de Agustí Bartra, Odiseo, de cuya primera edición castellana se cumple ahora medio siglo, y el más reciente de Antonio Prieto, El ciego de Quíos. Por encima de algún otro texto, como Las mocedades de Ulises, de Álvaro Cunqueiro, esos dos textos tienen una intensa originalidad poética a la vez que un fuerte acento personal. De manera singular el de Bartra, que combina capítulos en prosa con poemas hímnicos y una clara nostalgia por el mundo mediterráneo y odiseico. Esta profunda nostalgia que impregna toda la obra se explica fundamentalmente por esa añoranza de la patria perdida y lejana. Bartra escribió esa nueva Odisea no por un afán de lucir su erudición clásica, con acentos muy personales y una honda emotividad. Pero también la novela de Prieto responde a un empeño personal de largo alcance. El tono narrativo con el que evoca la figura de Homero es muy distinto. Bajo su apariencia de “novela histórcia”, este relato es algo más que un intento de recrear el mundo histórico del siglo VIII a.C; es una reflexión novelesca sobre la construcción de la Íliada y la Odisea trazada con una cierta ironía y un fino sentido de la creación literaria que se nutre a la par de la tradición poética y de la propia experiencia. Es también una evocación en clave personal del mundo homérico. Paisajes antiguos y fantasía se mezclan en esa reconstrucción de una peripecia vital, una biografía ficticia, de un poeta cuyo nombre es Homero, en un escenario mediterráneo y arcaico. En esta obra abundan las referencias a los textos y personajes homéricos.
Otra obra que tiene presente el mito homérico es Carta sin tiempo y otro poema es Sobre lo sublime. En este poema, el experimentado Homero se permitirá aportar nuevas figuras a los datos de la tradición heroica, introduciendo en la trama épica a personajes de su tiempo, como Eumeo y Euriclea.
Odiseo sigue siendo el personaje antiguo con más frecuencia evocado en la literatura contemporánea, el más moderno de lo héroes griegos, como se ha escrito a menudo. La actual antología Orfeo XXI es un ejemplo reciente. Ulises y su regreso es el tema más citado desde muy variados y sugestivos enfoques, como bien destaca en su ensayo introductorio Pedro Conde.
Citamos ahora el último poemario castellano sobre la figura de Ulises, de Jacinto Herrero Esteban , La herida de Odiseo.